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Vivencias de un emigrante (El largo camino hasta Chile)

Todo comenzó por el mes de junio de 2017, cuando alguien me comentó sobre la posibilidad de viajar a Chile y de poder establecerme legalmente y lograr una vida digna para mi y para mi familia. Desde ese momento comencé a investigar sobre la trayectoria y posibles riesgos para poder llegar al país suramericano.

Después de tener todos los pro y los contra y con algunos ahorros que tenía guardados, en el mes de julio me despedí de mi hijo, mi esposa, mi mamá y otros familiares y emprendí este largo viaje. El primer contratiempo fue en La Habana, justo a las 6:00 de la mañana ya dentro del avión y listo para partir hacia mi primer destino (Guyana), nos informan que debemos de bajarnos de la aeronave ya que esta se encontraba con desperfectos y debían revisarla y determinar si podía realizar el viaje. A la hora siguiente nos indicaron volver a abordar la aeronave que ya estaba todo listo, en ese momento comenzó a rondar el miedo, y la indecisión de si me montaba o no en el avión; hasta que decidí hacerlo.

Todo el viaje, por suerte fue tranquilo, llegue a Panamá, y sin poder ni siquiera ir al baño; tuve que ir directamente al otro avión que continuaba viaje a Guyana.

Primera parada (Guyana)

Al llegar a Guyana, me esperaba un señor el cual por 160 dolares me embarcaría en otro transporte hasta Lethem, punto fronterizo para cruzar a territorio brasileño. Justo a las 8 de la noche junto con 23 cubanos más distribuidos en 4 carros, comenzamos la trayectoria a Lethem, 1605 kilómetros de selva que nos acompañó durante toda la noche en un camino lleno de fango, canarreos y en lugares inundado, donde hay que reconocer a los choferes que nos transportaban. En el camino tuvimos que pasar varios puntos de control, en los cuales nos pedían dinero, y nos amenazaban que si no pagabamos lo que pedían, nos regresaban y nos deportaban, así que muchos pagamos por temor.

Video donde se ve la carretera totalmente cubierta de agua.

Lethem/Bonfim

Justo a las 11:30 de la mañana del día siguiente llegamos a Lethem, nos esperaba otra persona que de una forma rápida nos llevó a la orilla del río Tacutu, el cual cruzamos en un bote al que le entraba agua. Al cruzar el río llegamos a una zona con un tanto de selva y mangle, en el lugar conocido como Bonfim tierra ya de Brasil;  donde tuvimos que desplazarnos caminando hasta una carretera donde llegaron dos taxis para llevarnos a Boa-Vista. – Luego supimos que en el lugar donde nos dejó el bote y por donde pasamos caminando; habían cocodrilos.

Foto del lugar donde cruzamos caminando.

Brasil

En Brasil toda la travesía fue tranquila, la primera parada fue Boa-Vista, donde llegamos aproximadamente 3 de la tarde. El grupo de cubanos fue separado y distribuido en varios hostales, donde desde Guyana, ya estaban los contactos creados y donde nos esperaban para que durmiéramos.

Al día siguiente, nos volvimos a encontrar todo el grupo en la Policía Federal, a donde fuimos a solicitar un permiso de viaje para poder cruzar todo el Gigante Suramericano sin correr el riesgo de ser deportados. Ya con el permiso de viaje en la mano, nos unimos 5 cubanos que desde ese entonces hicimos todo el viaje juntos hasta nuestro destino; fuimos y compramos un pasaje en bus hasta Manaos y al mismo tiempo un pasaje aéreo para cruzar el río Amazonas y llegar de Manao a Porto Belho.

Llegamos a Manaos después de 12 horas de camino, y pasamos el día en el aeropuerto para tomar el vuelo a las 10  de la noche. Al llegar a Portho Belho y sin descanzar, fuimos en taxi hasta la terminal Rodoviaria, y en el último bus de la noche emprendimos camino hasta Guajaramirín, lugar brasileño que hace frontera con Bolivia, y donde tuvimos que dormir esa noche, para al día siguiente pedir una visa boliviana y cruzar ese país.

Bolivia

A la mañana siguiente después de obtener la visa por el cónsul de Bolivia en Brasil cruzamos el río Mamore que divide los dos países y llegamos a Guayaramerín, ya en Bolivia. En este lugar tuvimos que pasar todo el día y la noche, ya que los buses para la ciudad de La Paz salen solo en el horario de la mañana, según nos informaron personas del lugar, quiénes nos guiaron a encontrar alojamiento y en comprar los pasajes.

Al amanecer justo a las 8 de la mañana, nos subimos al bus rumbo a La Paz (capital de Bolivia). El viaje fue largo y agotador, sin peligro hasta llegar al Camino de los Yungas, también conocido como Camino de la Muerte; camino de aproximadamente 80 km de extensión, que une la ciudad de La Paz y la región de Los Yungas, al noreste. Debido a sus pendientes pronunciadas, con un ancho de un sólo carril (3 m en algunos lugares), y la falta de guardarraíles, este camino se tornaba extremadamente peligroso, siendo el único lugar de Bolivia donde los conductores deben conducir por la izquierda. La ley indica que el conductor que conduce subiendo la cuesta (en dirección a La Paz) tiene prioridad por sobre el que baja (en dirección a Los Yungas), por lo que el vehículo que desciende debe detenerse cuando sube otro, para poder darle el paso.

Fotos del lugar

Eran las 11 de la mañana del siguiente día cuando llegamos a La Paz, y sin tiempo para descansar nos dirigimos a la terminal de buses y tomamos un bus hasta Oruro, y en este lugar otro bus a las 10 de la noche hasta Pisiga, frontera con Chile donde tuvimos que dormir arriba del bus y donde la temperatura bajó unos cuántos grados bajo cero; pensé que me moriría del frío esa noche.

Amaneció y en el punto fronterizo, solicitamos refugio a las autoridades migratorias de Chile, los cuales nos hicieron una entrevista y al darnos acceso a territorio chileno, nos orientaron en lo que teníamos que hacer al llegar a Iquique, primera parada en Chile.

Ocho días de camino fueron los que pasé junto a otros compañeros para llegar a este país, que desde nuestra llegada, nos abrió las puertas, y donde no ha sido fácil; pero muchos hemos encontrado la libertad y un lugar para salir adelante.

2 comentarios

  1. Biena hermano. Esa es similar a parte de mi historia… Bueno q se sepa patte de lo q tuvimos que pasar para llegar aca…. Para seguir pasando trabajo…
    Saludos a todos

  2. Un camino duro y difícil, con muchas horas sin poder descansar. La carretera de la muerte, el lugar mas peligroso que he visto en mi vida, algo que nunca olvidaré.

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